agosto 7, 2023
¿Estás pensando en convivir con tu pareja? Esta decisión podría ser el principio de una gran historia. Uno de los primeros aspectos en lo que tendrán que acordar una vez se muden serán los gastos mensuales. Por esa razón Senda Inmobiliaria te muestra cómo dividir los gastos en pareja.
Paso 1: Define cuáles son los gastos a compartir.
Entre los gastos comunes mensuales tenemos el pago de los servicios, la alimentación, la limpieza y, ocasionalmente, el mantenimiento. Es también probable que tú y tu pareja tengan perspectivas diferentes sobre cuáles son los más importantes.
La importancia de algunos pagos como las cuotas de algún crédito, la luz y el agua es algo seguro. Sin embargo, ¿cómo podemos distribuir los gastos cuando la situación no es tan clara? Imagina que tu pareja tiene un auto y prefiere un departamento que tenga un espacio de cochera independiente. Obviamente esto implica un monto extra, si no es tu auto.. ¿Se dividirán los costos por la mitad?
En este tipo de casos, debes asegurarte desde el principio que tú y tu pareja comprendan los gastos necesarios de la misma forma. Haz una lista de todos los pagos que compartirán y los que no. La comunicación y un poco de paciencia te ayudarán a encontrar soluciones.
Paso 2: ¿Qué método usar para dividir los gastos?
Ahora que tienes claros cuáles serán los gastos que compartirás con tu pareja, es momento de elegir un método para dividirlos. Afortunadamente, existen muchos. Te mostramos los más útiles:
Dividir los gastos por la mitad.
Con este método, los cálculos son sencillos: se divide cada uno de los gastos que han decidido compartir en 50/50. Es importante que decidan con anticipación a nombre de quién estarán las cuentas.
Si deseas compartir los pagos de forma más precisa, hoy en día existen varias aplicaciones que te permiten repartir los gastos en pareja, dar seguimiento a los pagos que cada uno realiza y asegurarse de que ambos contribuyan de forma equilibrada cada mes.
Dividir solo las cuotas del crédito.
Imaginemos que trabajas por la noche y tu pareja durante el día. Si usualmente no cocinan o cenan juntos, ¿tiene sentido que dividan por la mitad los gastos de los alimentos? Tal vez la naturaleza de tu trabajo requiere un mayor uso de electricidad que tu pareja. En ese caso tampoco es lógico repartir todo por la mitad.
Dependiendo de tu situación, podría ser más conveniente revisar cada uno de los gastos y ver cuáles realmente vale la pena dividir y cuáles no. En este caso, un pago no discutible serían las cuotas del crédito hipotecario, ya que ambos viven en el inmueble.
Si estás pensando que repartir la tenencia del inmueble será algo complicado, no te preocupes. Hoy en día los bancos ofrecen financiamiento que permite que dos personas puedan ser propietarias del mismo inmueble en partes iguales.
Dividir los gastos en base a los ingresos.
Otro escenario muy común es que ambas personas tengan niveles de ingresos muy diferentes. Aquí no es muy justo dividir los gastos en partes iguales. En ese caso, se puede repartir los pagos en proporción a cuánto dinero gana cada uno. Lo ideal es que sumen sus ingresos a fin de determinar cuál es el porcentaje del que cada uno será responsable.